¿Qué nos dejó este mundial como industria creativa?

Desde el mundial de Sudáfrica 2010, el primer mundial que recuerdo con Twitter a full, existía un revuelo en las redes sociales y en la conversación en torno a los partidos. Apoyo a través de tu cuenta, una bandera en tu avatar y algunas acciones de marketing de varias marcas; particularmente recuerdo una acción de Budweiser en la que tomaba una fotografía de tu Facebook y te pintaba la cara con los colores de tu equipo, convirtiéndola en tu foto de perfil. En fin, publicidad.

Pero este mundial se ha vivido de una forma muy distinta. De verdad nunca antes había disfrutado tanto las redes sociales como con el mundial de Brasil; y esto se debe al entendimiento del símbolo principal de entretenimiento que existe en Internet: los memes.

El meme se ha convertido en un gran recurso para plasmar ideas brillantes con el fin de comunicar un mensaje muy a nuestro estilo. El porcentaje de viralización que alcanzaron las publicaciones sobre Robben, Ochoa, el Piojo y el movimiento “No era penal” nos han demostrado que a los mexicanos les encanta generar ideas y sobre todo, compartirlas.

Creo que esto es una gran lección para nosotros como creativos y para las marcas que generan o pretenden generar contenido en las redes sociales. La conversación, al menos en nuestro país y en nuestras redes sociales, gira en torno al humor.

No me sorprende que alguien tome su celular e ingrese a su cuenta de Twitter con el único fin de reírse de lo que los demás están posteando y compartiendo. Ahora, lo que sí me sorprende es ¿Quién hace esos memes? y ¿por qué?.

Es como esa eterna pregunta en México sobre quién inventa los chistes. ¿Quién se sentó a escribir esa historia de éxito de un mexicano, por encima de un gringo y un gallego al encontrarse un genio dentro de una lámpara?

La respuesta es: cualquiera.

Las redes sociales nos han demostrado que existe igualdad de condiciones para creadores como para consumidores; existe esa oportunidad de que el meme que creaste sea visto y compartido por millones de personas por el simple hecho de hacerlos reír.

Así que, como creativos debemos considerar que nuestros contenidos y los que generamos para nuestras marcas deben tener ese porcentaje de viralización que tienen y han obtenido los memes durante este mundial.

Ideas que cualquiera podría compartir por la simple razón de que los divierte, les llega, los emociona o simplemente refleja perfecto el sentir de una comunidad con respecto a un tema.

La comunicación como marcas genera interacción con números, pero el contenido creativo genera interacción con la gente.

Este mundial nos ha dejado una gran enseñanza a la industria creativa.

Las redes están llenas de personas. No de consumidores.

Así que generemos ideas para ellos, no para nosotros.

No era penal.